Vuelvo a una de mis entradas del Antiguo Blog, 2011
«Las cosas como son»
Esto escribía en aquellos tiempos: «¡¡¡ Es un poema de largo alcance, hasta 30 páginas y lo he leido todo seguido sin parar!!!. Me ha llamado la atención la escena del arranque…de las primeras estrofas:
«pienso que si muero,
(¡sería tremendo!, no puedo admitirlo)
/ como ha muerto Pablo, Diego está muriendo
Carmen… ¿es posible?…»
Habla de las personas como cosas, somos como estamos y nos encontramos con cabeza, tripas, oidos, en fin, somos simple materia, inestable en cuanto a sentidos, emociones, ideas simpre cambiantes, para nada constantes. Añado esta otra estrofa completa, de su parte final:
«Muero de mil modos:
si expiro, si olvido, si muero, si inundo
las anchas marismas con mi sangre espesa;
muero en las rutinas,
los automatismos
los actos que lanzan (y ahí es donde valgo)
mi existencia a fines que no tienen nombre /
o bien, dando vueltas,
-noria- sacan puras mis insipideces,
mi morir en vida, no vivir de muerte.
Y acabo con la estrofa siguiente:
Nadie permanece seguido y constante,
muere y resucita con cada latido,
con cada mañana que, al abrir los ojos,
se descubre fresco, vibrante y sensible
a la maravilla de un día cualquiera. Alargar la vida no es vivir de veras;
copiarse a sí mismo momifica pronto,
¿Vida o muerte? No.
Vivir renaciendo
o seguir muriendo (durar un latido).
La verdad que nunca había aguantado un poema tan extenso pero hemos simpatizado lector y autor. Hemos compartido los temas del poeta: sus amistades, amor, recuerdos, vida, entorno…pensando, sintiendo y volviendo a sentir si es la muerte o la vida la que sigue, cambia, se revuelve…